30.8.10

FOMENTAMOS LA SOLIDARIDAD...



Los chicos del plantel superior de caballeros van a participar de la maraton "Solamente es llegar" en representación del Hockey del CAE.

La prueba pedestre se realizará a través del tunel subfluvial el domingo 5 /SEPT. a partir de las 10 hs. . La inscripción tiene un valor de 10 pesos o dos alimentos no perecederos. La recaudación será para Ángeles Cutodios. (ver:http://www.unoentrerios.com.ar/contenidos/2010/08/19/Se-present%C3%B3-el-marat%C3%B3n-Solamente-es-llegar-0020.html

Sumándonos a la propuesta y a través de nuestra Campaña "Juego Limpio", vamos a trabajar esta semana en los entrenamientos el valor de la solidaridad y les solicitamos tengan a bien llevar a los mismos una donación así las entregamos el día del Maraton .

desde ya les agradecemos con lo que puedan colaborar y también los invitamos a sumarse a la prueba a todos aquellos que quieran participar!

también agradecemos especialmente a los chicos del Club y a la familia Lell por tan hermosa propuesta !

9.8.10

LA FRASE...




"EL TALENTO SIN ESFUERZO SOLO SIRVE PARA DIVERTIRSE" Javier Imbroda


5.6.10

APOYAMOS EL JUEGO LIMPIO

APOYAMOS EL JUEGO LIMPIO

"DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA SÉ SIEMPRE UN BUEN DEPORTISTA"
campaña juego limpio: www.caehockeyjuegolimpio.blogspot.com

Los abajo firmantes, apoyamos el " juego limpio", la "Buena fe en el deporte amateur" y el "ganar los campeonatos con lealtad", por ello adherimos a las gestiones del Club Atlético Estudiantes ante la Confederación Argentina de Hockey sobre césped y pista y ante la Sra. Directora del Campeonato Argentino Abierto Regional de Clubes , Zona IV LITORAL y pedimos sean escuchados sus fundamentos.

En fecha domingo 23 de Mayo de 2010, el Club Atlético Estudiantes disputó la final del Campeonato Abierto Regional de la Clubes de la CAH, Grupo IV Litoral, que tuvo lugar en la ciudad de Santa Fe, Provincia de Santa Fe, ocasión en que se llevara a cabo el encuentro contra el Club Naútico El Quillá, de la ciudad de Santa Fe.-

En dicha oportunidad se otorgó el campeonato en forma antirreglamentaria al equipo Quilla.

Se intentó consultar al Coordinador de Árbitros pero este había abandonado el predio y no se encontraba presente.

Otra irregularidad, la constituye el hecho de que participó como árbitro del partido un árbitro de la misma Asociación del equipo Santafesino.

Firmamos la presente porque estamos convencidos que la Confederación, es la guardiana máxima del deporte amateur, y es quien debe prevenir , evitar y no convalidar situaciones como las vividas en el partido que se menciona, estando convencidos de que actuará conforme lo pedido, saludamos muy atte.- (JUNIO de 2010)

3.6.10

Quieres ser un ganador?


Cuando un ganador comete un error, dice: 'Yo me equivoqué'.
Cuando un perdedor comete un error, dice: 'No fue mi culpa'.

Un ganador trabaja mas fuerte que el perdedor y tiene mas tiempo; un perdedor esta siempre 'muy ocupado' para hacer lo que es necesario.

Un ganador enfrenta y supera el problema.
Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.

Un ganador se compromete; un perdedor hace promesas.

Un ganador dice, 'Yo soy bueno, pero no tan bueno como a mi me gustaría ser'.
Un perdedor dice, 'Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente'.

Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor solo espera hasta que le toque su turno para hablar.

Un ganador respeta a aquellos que son superiores a él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiente con aquellos que son superiores a él y trata de encontrarle los defectos.

Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo solamente.
Un perdedor no colabora y siempre dice, 'Yo solo hago mi trabajo'.

Un ganador dice, 'Debe haber una mejor forma de hacerlo...'
Un perdedor dice, 'Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho'.

LA DIFERENCIA ENTRE EL GANADOR Y EL PERDEDOR ESTÁ DENTRO DE TI MISMO

11.5.10

cuando lo importante no es competir...



fuente: http://www.deportesaciclicos.com/verart.asp?categoryId=246&file=no_es_competir.htm

¿LE VAS A DEDICAR EL TRIUNFO DE HOY A MAMA?

¿COMO QUE PERDIERON?!



¿POR QUE TE DEJARON EN EL BANCO?!



¿QUERES DEJAR EL ENTRENAMIENTO?!



¿NO TE GUSTA MAS EL BASQUET?!



¡SOCORRO: MI HIJO NO QUIERE SER CAMPEON!



La actividad deportiva es un factor clave para el crecimiento de los niños. El deporte –dice el refrán popular- es salud; al mismo tiempo, es un agente socializador de importancia. Cuando los chicos comienzan a hacer deporte empiezan a relacionarse con otros chicos. El deporte permite poner el cuerpo en acción, moverse y así, expresarse.

Es, fundamentalmente, juego, e incluye un espacio para la competencia. Al practicar deportes los chicos aprenden a internalizar reglas jugando a ganar y a perder, y viceversa.

No obstante, cuando el juego deportivo está estructurado en función del éxito, cuando lo que importa son los resultados y el principio rector es ganar a cualquier precio, el juego deja de ser tal y la lucha por la victoria se convierte en un sufrimiento.

Así, jugar a la pelota, al básquet, nadar, practicar tenis, aprender a dar grandes saltos, el taclear a un compañero, de divertido… no tiene nada.



BIENVENIDOS AL CLUB

En el libro Mi hijo el campeón, se señalan los beneficios del deporte en la infancia: “A través del deporte el niño logra desarrollar destrezas y aprender habilidades, desarrollar la personalidad a través de la motivación para la competencia, fortalecer su autoestima en el respeto y aceptación de sí mismo, desarrollar habilidades sociales, aprender a aceptar un reglamento que es igual para todos y que lo lleva a aceptar posibilidades y limites, desarrollar procesos de percepción, evaluación, decisión y acción.”

Los autores destacan que no se trata de beneficios que se transmitan y adquieran automáticamente por la mera práctica sino que “deben ser cuidadosamente planificados y reforzados por los adultos.”

Así como en otras instancias de la vida de los hijos, también en el desarrollo de la práctica deportiva es fundamental la actitud que al respecto tengan los padres. Para la Lic. G. Jeifetz, psicóloga especializada en clínica y deporte: “El apoyo -la incentivación- por parte de los padres para que sus hijos practiquen deportes, es fundamental, pero es importante no confundir motivación con presión.”

Al respecto el Lic. M. Roffé, presidente de la Asociación de Psicólogos del Deporte Argentina, aclara que: “Existen actitudes de los padres que convierten al deporte en algo muy distinto a la diversión, a la actividad lúdica que es. Exigirles y presionarlos para que sean ”campeones” puede malograr el desarrollo de un deportista, lo mismo si se aceleran los tiempos y la evolución natural del niño.”

“En la etapa de iniciación deportiva se intenta que el niño adquiera las habilidades físicas y psíquicas básicas para la competencia, es importante que el niño descubra todo el potencial de movimiento que hay en él mediante la realización de tareas acordes con su grado de evolución individual. De lo que se trata es de adaptar el deporte a los niños y no los niños al deporte. La enseñanza apunta a educar al cuerpo a través del movimiento y no en función del movimiento, cuando esto no se cumple los chicos se sienten presionados, dejan de divertirse y eso hace que busquen alejarse del deporte.”



MI PAPA ME PRESIONA

Incentivados por sus padres, los chicos comienzan a ir al club, a desarrollar destrezas y a gozar del juego del deporte, pero muchas veces, pasado un tiempo, esos mismos niños empiezan a poner excusas para no ir a la práctica: dicen que están cansados o que no tienen las zapatillas que necesitan. Los papás, desorientados, dolidos también por el bajo rendimiento y la negatividad de sus hijos a seguir “jugando”, no ven que sus niños están queriendo decirles de alguna manera que algo no anda bien en ese juego.

Roffé responsable del área de psicología del deporte de los seleccionados argentinos de fútbol juvenil (AFA), define: “Vivimos en una sociedad exitista, lo único que importa es ganar, los chicos reciben estos mensajes desde la publicidad de los canales infantiles, no se los invita a tomar la leche para jugar, se les propone tomar la leche para ganar, y muchas veces los padres, “sin querer queriendo”, incentivan esto. Los padres pueden ser una guía y un agente motivador tanto como un factor de presión.

Podemos graficar dos tipos de miradas de padres: uno, el que le pregunta al hijo luego de un partido: ¿te divertiste?, y el otro que pregunta: ¿ganaste?.

Lo fundamental, como padres, cuando nuestros hijos se inician en la actividad deportiva, es acompañarlos. Acompañar, es preguntar a los chicos si quieren que vayamos a verlos jugar, es observar la competencia sentados, sin criticas, ni al propio hijo ni a los rivales ni al arbitro, acompañar es permitirles compartir el tercer tiempo con sus pares, no hablarle del partido inmediatamente que terminó o llevárselo por que llegan tarde a la casa de la tía para almorzar.

Muchas veces los padres, aún con las mejores intenciones, proyectan en sus hijos su ansiedad, los objetivos cambiados, las propias frustraciones y se convierten en una presión que resulta un fuerte obstáculo tanto para la diversión como para el desarrollo deportivo y humano de ese chico.

“Acompañar es también depositar la confianza en los entrenadores. Es muy importante que los padres hablen con los entrenadores, que lo tanteen sobre su manejo con los niños, que sepan si ese profesional ve el deporte como un medio para educar o si en realidad lo que busca es salvarse descubriendo un talento. El entrenador que no está especializado para trabajar con niños confunde los objetivos. Los chicos van a practicar un deporte para tener amigos, o para tener un momento de descarga, y terminan abandonando porque el entrenador los presiona con los resultados y porque los lleva a la competencia desmedida.”



GANAR ¿SIEMPRE GANAR?

Desde el comienzo de los tiempos el hombre –occidental- ha pretendido, y buscado, ganar, en el deporte, en el arte, en la guerra, en la política. En nuestros tiempos, el éxito, la fama, la gloria, la victoria se imponen como ejes rectores de la vida toda. Y los niños, aún desde la más temprana infancia, no están exentos de los mensajes exitistas.

El problema es que hoy se confunde la victoria, por la que constitutivamente se lucha en el deporte, con la fama y el dinero.

“Ganar (siempre y con perfil alto para que todos se den cuenta), ser famoso y mediático, tener dinero, nada dice de ser feliz. Engañoso y lábil como pocos el culto al campeón esconde miserias humanas y nos aleja de los ideales que guían al deporte. Si no nos olvidamos que ganar es lo único, no vamos a hacer otra cosa que transmitir ese mandamiento. Callejón sin salida para los chicos.”

”El ser humano, por estructura propia, es competitivo. No importa a que juegue, uno siempre quiere ganar, nadie juega para no ganar, el tema es que eso no esté en primer plano, el eje hay que ponerlo en el buen desempeño, que ganar sea una consecuencia y no una causa, y más aún en edades formativas.”

9.5.10

LAS PRESIONES DE LOS PADRES EN EL DEPORTE

Entrevista a Marcelo Roffe y Alfredo Fenili, acerca del libro "Mi hijo el campeon".

Para ver el video entrar a http://www.youtube.com/watch?v=B3YsrLLO3Ls

3.5.10

COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD



Fuente:Psicorugby.com.arhttp://www.blogger.com/img/blank.gif

Los otros días, luego de un partido de primera división, conversaba con un entrenador de menores sobre la tendencia generalizada de los chicos de buscar la responsabilidad sobre el resultado de un encuentro en los factores externos, como por ejemplo, la actuación del referee, los factores climáticos, los compañeros, el estado del campo de juego, las “trampas” de los contrarios, etc. Pero, convengamos, esto no es algo específico de los niños y los adolescentes sino, muy por el contrario, también se presenta en los juveniles y en los planteles superiores... en los adultos, en los veteranos, en los entrenadores... En suma, empezar a enfocar el tema de la responsabilidad y saber dónde tenemos que mirar y dónde tenemos que enseñar a mirar es un tema que requiere atención.

El entrenador tiene en sus manos la posibilidad de enseñar a sus jugadores a enfocarse o, por el contrario, puede resultar una influencia negativa a la hora de analizar la responsabilidad individual, del equipo y de si mismo.

Sin dudas, es una salida muy cómoda “culpar” a algún factor externo por un resultado disvalioso... pero esto es un arma de doble filo, dado que, ante un resultado positivo se corre el riesgo de adjudicar la victoria también a factores externos, y a veces incluso, mágicos, como la suerte, las cábalas, etc. Lo mejor es que, en primer lugar el entrenador y luego los deportistas, comprendan qué es la responsabilidad y hasta dónde llega la propia, la individual, y la del equipo.

La responsabilidad es un concepto jurídico. Tiene que ver con la capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Por sujeto activo de derecho tenemos que entender un sujeto mayor de edad o emancipado y capaz, en lo jurídico, pero deportivamente hablando, es necesario que el concepto de responsabilidad personal por la propia actividad deportiva sea transmitido, fomentado y revisado desde las primeras divisiones hasta las últimas, y esto debe incluir necesariamente a todos los miembros del equipo técnico. En este sentido el rugby, como deporte y medio transmisor de valores y formador de personas, debe realizar un distingo especial a la hora de hablar de responsabilidad.

Un entrenador puede encarar el tema de la responsabilidad desde diversos aspectos, y no necesariamente hablando directamente de la misma. Cuando se entrena un equipo y se habla de los objetivos, se puede hablar del compromiso de cada uno consigo mismo y con el equipo. Comprometerse es contraer una obligación, inclumplirla acarrea responsabilidad. Si somos parte de un equipo nos comprometemos, nos obligamos voluntariamente, a dar lo mejor de cada uno para lograr las metas que el equipo se haya propuesto. Si no cumplimos, el compromiso se rompió y, por lo tanto, hay que realizar una evaluación de responsabilidades. Cuando los objetivos se cumplen, también hay que realizar una evaluación tendiente a determinar si efectivamente cada uno cumplió con su parte. Esto ayuda a no perder de vista la participación de cada uno en el logro de los objetivos y el sentido de responsabilidad hacia el equipo. En un equipo de rugby cada uno sabe que el compañero está ahí para apoyar, por lo tanto, cada uno tiene que saberse responsable de estar ahí presente para apoyar al que lo necesita.

¿Cómo se puede hablar de responsabilidad individual a un jugador de rugby? De acuerdo a la edad será la forma de transmisión, pero no es necesario entrar en el terreno de lo jurídico, ni siquiera en extremas formalidades, para encarar el tema de las responsabilidades. La primer responsabilidad de un jugador, como la de cualquier deportista, es la sinceridad con sí mismo. Esta sinceridad le servirá para poder responder algunas preguntas:

* ¿Estoy dando lo mejor de mi?

* ¿Estoy poniendo mi mejor empeño y esfuerzo?

* ¿Tengo una actitud positiva?

* ¿Busco “culpas” afuera (en el referee que cobró mal, en mis padres, en los jugadores del otro equipo, en la lluvia, en el equipo, en el entrenador, etc)?

* ¿Estoy cumpliendo con el entrenamiento?

* ¿Estoy llevando una vida acorde a mis objetivos fuera del entrenamiento?


No hace falta que cada jugador le conteste a su entrenador estas preguntas. Es más, en la mayoría de los casos no lo haría (mientras que seguramente sí podría sincerarse con el/la psicólogo/psicóloga del equipo). Pero deben formularse para que el jugador reflexione y perciba, aún cuando no se mencione la palabra “responsabilidad”, que hay algo de sí que debe cumplir y que, si no lo está haciendo, hay consecuencias. Estas consecuencias pueden repercutir en el propio jugador (por ejemplo, ser excluido del equipo) o en el equipo (por ejemplo, una mala actuación producto del cansancio de una salida nocturna el día previo al partido que perjudica el juego general del equipo).


La sinceridad implica que, en primer lugar, sea capaz de hacerse estas preguntas y de responderse sin mentirse. El compromiso debe percibirse como lo que se hace para obtener un resultado personal y lo que se hace con relación al resto de los integrantes del equipo. Cuando no se cumple, y esto debe quedarle claro al jugador, no sólo se perjudica a si mismo sino que también perjudica a los compañeros, a esos que están dispuestos a dar todo en la cancha por el equipo.

El tema de la responsabilidad no es exclusiva de los jugadores. Un entrenador también puede haber equivocado la lectura del rival y el diseño de una estrategia para un partido. ¿Debe asumir su responsabilidad y reconocer su error? Creemos que lo acertado es, en el análisis posterior, evaluar su responsabilidad y admitir el error, si considera que lo hubo, dado que esto, lejos de desacreditarlo, generará el respeto por parte de sus jugadores. El camino contrario, la búsqueda de responsabilidad en los factores externos, no sólo genera falta de confianza en el entrenador sino que facilita la transmisión de un mensaje absolutamente contradictorio: alguien que exige a sus jugadores responsabilidad y que a la hora de asumirla mira para otro lado.

Como siempre, este tema da para mucho más. Pero, uno de los pilares de toda una construcción de fortaleza mental en los deportistas es la incorporación del concepto de responsabilidad, algo que no sólo servirá para la práctica deportiva sino para su vida en general. La pregunta que todo deportista y que toda persona en cualquier situación debe realizarse es: ¿estoy poniendo lo mejor de mi para hacer esto lo mejor que puedo? Se puede ganar o no, el resultado es un complemento, pero la tranquilidad se logrará cuando se sepa que, frente a un desafío, se hizo todo y lo mejor que se pudo para lograrlo, aun cuando no se haya concretado.


Lic. Inés Tornabene
Psicóloga

Foto: Los Pumas - UAR